La inclusión de las personas con necesidades especiales consiste en la implementación de medidas y servicios que garanticen su bienestar y participación activa en la sociedad, esto incluye la colocación de rampas, señalamientos, elevadores y baños para discapacitados.
Al respecto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que la inclusión “conlleva prácticas y políticas diseñadas para identificar y eliminar barreras, como obstáculos físicos, de comunicación y de actitud”. Por eso, es conveniente conocer cuál es la importancia de este tipo de baños.
¿Qué son los baños para discapacitados?
Un baño adaptado para personas con capacidades diferentes es un elemento arquitectónico dentro de una casa, oficina o zona comercial, diseñado con la finalidad de proporcionar una ayuda técnica para el aseo de hombres y mujeres que tienen dificultades motrices.
Estos espacios proporcionan seguridad y autosuficiencia a la persona que los utiliza, respetando su dignidad y brindándole comodidad; todo esto contribuye al bienestar de este sector de la población porque es solo una de las muchas medidas que existen para darles visibilidad.
Principales características de los baños para discapacitados
Las dimensiones que deben tener los baños para discapacitados son, probablemente, el principal rasgo que los distingue de los sanitarios convencionales. Es necesario que estos espacios tengan suficiente distancia entre los accesorios: inodoro, regadera, lavamanos, etcétera.
Gracias a sus medidas más amplias, es posible que las sillas de ruedas se desplacen con facilidad, de igual manera, es más sencillo para los usuarios sentarse y levantarse con el apoyo de barras instaladas en las paredes, que no estorban al paso de las sillas ni al de una persona con muletas o andadera.
En el caso de los lavabos, estos generalmente son ergonómicos, por lo que están adaptados a las limitaciones y capacidades físicas de cualquier persona que utilice estos baños, optimizando la seguridad y la eficiencia.
Otra característica de este tipo de baños son los espejos, estos deben de estar situados a una altura accesible para que las personas en silla de ruedas puedan observarse.
El diseño de los baños para discapacitados debe de tomar en cuenta el tipo de piso, lo ideal es que sean suelos antideslizantes, incluso en el área destinada a la regadera, la cual tiene que estar libre de escalones o desniveles, de esta manera se crea un espacio completamente útil y seguro.
Las barras de apoyo antideslizantes se tienen que instalar cerca del inodoro y en la zona de regaderas, la mejor opción son aquellas que proporcionan firmeza para evitar caídas y accidentes más severos.
Una característica que no podemos pasar por alto son las puertas, lo mejor es que sean corredizas, ya que estos accesorios ahorran espacio y optimizan la movilidad de las personas en sillas de ruedas, con andadera o con muletas. Si no es posible instalar una puerta de este tipo, lo mejor es que abra hacia afuera, por practicidad y seguridad.
De igual manera, se tiene que evitar el uso de accesorios para baño, por ejemplo, los muebles que se colocan debajo de los lavabos y a un costado del inodoro, debido a que estos elementos limitan el movimiento de los usuarios.
Medidas de los baños para discapacitados
Las medidas y dimensiones para un baño de este tipo son muy importantes, en el caso del inodoro tiene que estar a una altura de 43 a 47 centímetros para que las personas en silla de ruedas puedan aproximarse a él. También tiene que sobresalir de la pared aproximadamente 75 centímetros y 40 centímetros de la pared lateral.
La barra de apoyo se tiene que ubicar a 75 centímetros del inodoro, para garantizar su eficiencia es importante que haya un espacio de maniobra de 100 centímetros, mientras que el pulsador de descarga y el accesorio para el papel higiénico deberán estar en posiciones que mantengan la comodidad del usuario.
En cuanto al lavabo, lo mejor es que tenga un borde delantero de 80 a 85 centímetros del suelo, con un espacio libre debajo que no supere los 75 centímetros. Además, el grifo tiene que ser de tipo palanca para que sea más fácil utilizarlo.
La regadera o ducha, por otra parte, llega a complementarse con un asiento que se ubica a una altura de 43 a 47 centímetros del suelo, con barras o sujetadores que se colocan a 75 centímetros del piso.
Baños portátiles para discapacitados
Además de los baños para discapacitados que se construyen en residencias, lugares de esparcimiento o de trabajo, hay otros que son los baños portátiles para personas discapacitadas, lo cual es muestra del interés que tiene la sociedad por la inclusión y por llevar estos servicios a eventos masivos para que todos los asistentes encuentren comodidad y seguridad.
Este tipo de baños tienen forma de casetas y cuentan con los complementos básicos: inodoro a una altura correcta y barras para que las personas puedan sujetarse. Además, están adaptados con una rampa para las sillas de ruedas y un letrero que indica su uso exclusivo para personas con capacidades diferentes.
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