¿Cuál es el origen de las aguas residuales?
¿Alguna vez te has preguntado qué pasa con el agua que utilizas en tu casa para lavar los trastes? ¿O en dónde termina toda el agua que emplean las fábricas para elaborar sus productos? A todos esos desechos se les conoce como aguas residuales y aunque parezca difícil de creer, se les puede dar un nuevo uso.
¿Qué son las aguas residuales?
Se trata de “las aguas que desecha el hombre una vez que estas han sufrido un cambio en su composición por la incorporación de materias extrañas como microorganismos, productos químicos, residuos industriales, entre muchos otros”, explica la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Estas aguas se consideran como un vehículo de desechos, ya que al utilizarse por primera vez “reciben una alteración perjudicial en su calidad”, dependiendo del origen que tengan, ya sea doméstico o industrial.
Características principales de las aguas residuales
Este tipo de líquidos tienen diferentes características físico-químicas, que dependen de su contenido de materia orgánica, compuesta por elementos como el carbono, las proteínas, los carbohidratos y los aceites.
Por ejemplo, su potencial de hidrógeno (pH) es determinante para controlar los procesos biológicos que ocurren en el tratamiento de las aguas residuales, un rango óptimo debe estar entre 6.5 y 8.5 unidades.
En cuanto a sus características microbiológicas, se trata de la materia orgánica que sirve como alimento para los hongos y las bacterias que se encargan de la descomposición en estas aguas.
En los líquidos residuales hay bacterias, encargadas de la degradación de la materia orgánica; hongos, están presentes en las aguas industriales porque son resistentes a la escasez de nutrientes.
También contienen protozoos, que se alimentan de la materia orgánica, así como actinomicetos, un tipo de bacteria que produce espumas en las aguas y genera la pérdida de sedimentabilidad.
¿Cómo se clasifican las aguas residuales?
Estas se pueden clasificar de varias maneras según sus características, origen y composición. Aquí te presento una clasificación común de las aguas residuales:
Según su Origen:
Aguas Residuales Domésticas: Producidas en hogares y viviendas. Contienen desechos orgánicos, detergentes y otros contaminantes comunes del uso diario.
Aguas Residuales Industriales: Producidas por procesos industriales y comerciales. Pueden variar en composición según el tipo de industria y pueden contener productos químicos, metales pesados y otros contaminantes industriales.
Aguas Residuales Agrícolas: Generadas en la agricultura y la ganadería. Contienen nutrientes, pesticidas y sedimentos, entre otros contaminantes relacionados con la actividad agrícola.
Aguas Residuales Pluviales: Son aguas de lluvia o escorrentía superficial que pueden recoger contaminantes en su camino hacia sistemas de drenaje y cuerpos de agua. No son consideradas aguas residuales en el sentido tradicional, pero pueden transportar contaminantes.
Según su Composición:
Aguas Residuales Domésticas: Contienen principalmente desechos humanos, detergentes y contaminantes orgánicos de origen doméstico.
Aguas Residuales Industriales: La composición varía ampliamente según la industria, pero pueden incluir productos químicos, metales, aceites y otros contaminantes específicos de los procesos industriales.
Aguas Residuales Agrícolas: Contienen nutrientes como nitrógeno y fósforo, así como pesticidas y sedimentos relacionados con la agricultura.
Aguas Residuales de Procesos: Específicas de ciertos procesos industriales, estas aguas pueden contener contaminantes únicos relacionados con esas actividades particulares.
Según su Tratamiento:
Aguas Residuales Crudas o Sin Tratar: Son aguas residuales que no han pasado por ningún proceso de tratamiento significativo y, por lo tanto, contienen contaminantes en su forma original.
Aguas Residuales Tratadas: Aquí se incluyen las aguas residuales que han sido sometidas a procesos de tratamiento para eliminar o reducir significativamente los contaminantes.
Aguas Residuales Reutilizadas: Son aguas tratadas que cumplen con ciertos estándares y se utilizan nuevamente para fines como riego agrícola, abastecimiento de agua potable o aplicaciones industriales.
Según su Impacto Ambiental:
Aguas Residuales Contaminadas: Aquellas que, debido a su alta carga de contaminantes, tienen un impacto negativo en el medio ambiente y la calidad del agua.
Aguas Residuales Tratadas o Limpias: Aquellas que, después de ser tratadas adecuadamente, cumplen con los estándares de calidad del agua y tienen un impacto ambiental mínimo o positivo.
Esta clasificación es importante para la gestión adecuada de las aguas residuales, ya que cada tipo de agua residual puede requerir un enfoque diferente en términos de tratamiento, regulación y disposición para proteger el medio ambiente y la salud pública
¿Dónde se forman las aguas residuales?
Esta agua residual se generan en los hogares por medio del lavado de ropa, de utensilios y la higiene de las personas en la regadera; de igual manera, proceden de actividades industriales donde el líquido se utiliza para la producción y transformación de su materia prima.
La UAEH detalla la procedencia que pueden tener estas aguas:
- Drenaje
- Escorrentía
- Domésticas (fecales y limpieza)
- Industriales
- Agrarias (agrícolas y ganaderas)
También existe el agua residual municipal, que son todos los residuos líquidos provenientes de un asentamiento urbano, lo cuales se utilizaron para tareas domésticas e industriales que se transportan por una red de alcantarillado.
Elementos dañinos en las aguas residuales
Las diferentes sustancias que contienen las aguas residuales dependen de su origen; las de uso doméstico y municipales pueden incluir alguno de los siguientes componentes, retomados de lo que propone la UAEH:
- Contaminación atmosférica: la depuración húmeda de las lluvias ácidas.
- Restos de la actividad humana: colillas de cigarro, papeles, basura y excremento de animales (aves, perros y gatos).
- Residuos de tráfico: aceite, grasa, hidrocarburos, plomo y componentes fenólicos.
- Residuos vegetales y biocidas: arenas, insecticidas, herbicidas y abonos.
Mientras que las aguas de uso industrial “son variables en cuanto a caudal y composición, son más contaminadas que las aguas residuales urbanas, además, con una contaminación más difícil de eliminar”, según la universidad que hemos citado a lo largo de este artículo.
Entre las sustancias y elementos dañinos que se encuentran en este tipo de aguas, podemos mencionar ácidos, residuos petrolíferos, grasas, detergentes, espumas, cianuro, metales pesados e incluso productos radioactivos.
Las industrias relacionadas con la alimentación, como la azucarera, la de conservas, lecherías y de fermentación, arrastran desechos principalmente orgánicos a estas aguas; mientras que la industria textil y las refinerías, desechan efluentes inorgánicos.
En el caso de las industrias químicas, estas producen vertidos que implican importantes cambios en las aguas residuales ya que se vuelven ácidas por sus altos contenidos de ácidos, tintes, explosivos, resinas de silicona y materiales de construcción.
Tratamiento de las aguas residuales
Por razones de salud pública y factores económicos, los líquidos residuales no pueden desecharse sin previo tratamiento en lagos o corrientes convencionales, por lo que deben de pasar por métodos mecánicos o químicos.
“Los materiales inorgánicos como la arcilla, sedimentos y otros, se pueden eliminar por métodos mecánicos y químicos; si el material es de naturaleza orgánica, el tratamiento de las aguas residuales implica usualmente actividades de microorganismos que oxidan y convierten la materia en dióxido de carbono”, indica la UAEH.
Para realizar cualquier tratamiento, es necesario evaluar cuáles son las características de las aguas por medio de mediciones físicas, químicas y biológicas que determinan variables como el pH, el nivel de oxígeno y el contenido de sólidos.
Los procesos físicos para el tratamiento de las aguas incluyen los siguientes:
- Desbaste: eliminación de sólidos gruesos por retención en la superficie.
- Sedimentación: separación de los elementos del agua en dos fases, la de sólidos que se depositan en el fondo y la líquida, formada por el agua.
- Filtración: eliminación de sólidos en suspensión, procedentes de la sedimentación biológica.
En el caso de los procesos químicos, se realizan por medio de la adición de reactivos, y se utilizan en conjunto con operaciones físicas como las que mencionamos en párrafos anteriores.
- Precipitación química: se añaden productos químicos, como el sulfato de aluminio, al agua para que haya una alteración en el estado físico de los sólidos disueltos, y luego se eliminan por sedimentación.
- Desinfección: es la eliminación de organismos presentes en las aguas que pueden producir enfermedades, utilizando productos químicos, medios mecánicos y radiación.
- Decloración: “consiste en la eliminación de todo el cloro residual combinado. Los mejores agentes de decloración son el dióxido de azufre y el carbón activo, también se puede utilizar el sulfito sódico y el metabisulfito sódico”.
En cuanto a los procesos biológicos, se consideran como un tratamiento secundario que sirve para coagular y eliminar los sólidos no sedimentables en la decantación primaria, y además estabilizar la materia orgánica.
El tratamiento biológico de las aguas domésticas permite eliminar la materia orgánica y nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo; el tratamiento para las aguas industriales persigue la eliminación de compuestos orgánicos e inorgánicos.
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